El colombiano, Juan Bernardo Rivas, no había tenido éxito como agricultor en su natal Antioquia; por lo que se había trasladado a Bogotá y Medellín para trabajar como taxista. Buscando un negocio que lo ayudara a subsistir, comenzó a confitar en su patio 3 kg de maní. Así nació JB Maní que luego evolucionó para dar vida a Productos Alimenticios JB.
Productos alimenticios JB, de negocio familiar a una sólida empresa
Como campesino, Juan Bernardo Rivas padeció los efectos del conflicto armado en su región; y la necesidad lo llevó incluso a trabajar en cultivos ilícitos. Allí, aprendió de la señora encargada de preparar los alimentos a los trabajadores, cómo transformar el maní en productos elaborados. Así aprendió a preparar maní confitado; y tal como ella le advirtió “eso le serviría para cambiar de vida”.
Preparando y empacando él mismo, el producto en el patio de su casa; logró empezar a tener éxito y lograr ubicar su delicioso snack en cantinas escolares y puestos de periódico. Todo cambió cuando un cliente le recomendó ponerle un nombre e inventar una etiqueta para poder despachar su producto a cigarrerías, tiendas y pequeños mercados. Entonces, Juan Bernardo Rivas juntó las iniciales de su nombre con la imagen de una ardilla y creó el logo, que hoy, frecuentemente aparece en muchas esquinas de Medellín, donde funciona la fábrica.
Sin embargo, la verdadera transformación ocurrió cuando él y su esposa Piedad Rojo, eligieron salir de una 'zona de confort' y capacitarse a través de un programa que ayuda a acelerar y consolidar empresas. Gracias a esa formación, vencieron sus miedos, realizaron cambios administrativos y reestructuraron la empresa. Fue entonces cuando dejaron de verse como un negocio familiar del que subsistían para considerarse y convertirse en “una empresa con un valor real".
Desde entonces, la empresa evolucionó una vez diversificaron las líneas de 'snacks nutritivos' y pasaron a llamarse Productos Alimenticios JB. Ahora, ya se han extendido a Barranquilla, Pereira y Cartagena, ciudades donde sus productos de maní, rosquillas, pandebonos y obleas son distribuidos; cuentan con 22 empleados y desarrollan una nueva línea de 'snacks' saludables como almendras, pistachos y marañón, que venden en gimnasios y tiendas fitness.
REDES
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