A Daniel Gómez Iñiguez cuando alguien le dice que algo es imposible, él lo hace para demostrar que sí se puede. Esta forma de ver la vida lo llevó con tan solo 16 años a fundar su primera empresa. Una dedicada al biodiesel para demostrar cómo desarrollar tecnologías para generar energía a partir de materias primas renovables.
El mexicano Daniel Gómez Iñiguez estaba estudiando un bachillerato internacional y como proyecto final tenía que presentar una investigación. Daniel acudió a Google y buscó novedades químicas… encontró un artículo que explicaba cómo hacer biodiesel desde la cocina, esto le llamó la atención, hizo el proyecto y aunque no obtuvo la mejor calificación, el tema lo apasionó. Descubrió que no sólo el biodiesel es más económico que el petróleo si no que puede hacerse con cualquier tipo de grasa animal o vegetal, nueva o usada.
Pronto entró al Tecnológico de Monterrey, campus Monterrey, y junto a dos amigos creó en 2007: Solben, que hoy cuenta con 18 plantas en México, Centro y Sudamérica, con una producción de 15 millones de litros de biodiesel
Daniel junto a su equipo sacó adelante el proyecto, muchos le dijeron que no sería un negocio precisamente rentable pero perseveraron.
Uno de los rasgos más destacables es cómo Solben fabrica el biodiesel.
Gracias a las procesadoras de Solben, se puede producir Biodiesel de alta calidad que cumple con los más estrictos estándares de calidad en el mundo, como son las normas EN14214 para el mercado europeo y la ASTM D6751 en el norteamericano.
También cuentan con una extractora, un equipo capaz de extraer el aceite de semillas oleaginosas o procesar sebos animales generando materia prima apta para su transformación a biodiesel. Y con una descarriladora, un dispositivo capaz de expulsar las semillas desde su fruto y a su vez separarlas. El proceso cuida de no remover el aceite de las semillas al momento del separado.
Los servicios de Solben están destinados a brindar soporte técnico a las personas o empresas interesadas en la producción de biocombustibles y el aprovechamiento de sus residuos (sólidos, líquidos, orgánicos, inorgánicos, alimenticios, industriales, entre otros.). Entre los servicios que prestan está la caracterización de aceites, de semillas, calidad del biodiesel, análisis de productos, automatización y soporte técnico.
Además de esto Solben se apoya en valores humanos, en ser “verde” para lograr mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y en la concientización. Cambiar la mentalidad de los jóvenes especialmente para que entiendan que en sus manos está el poder de mejorar su país y el mundo.
Daniel cree plenamente en el trabajo en equipo, para él es mejor tener 1% de participación en una empresa donde muchos trabajen y haya un ambiente ideal y grandes logros, que un 100% de participación en una empresa solitaria y que no logra ningún impacto.
Daniel, actualmente tiene 24 años y su éxito con Solben lo ha hecho merecedor de Premios de innovación empresarial, además de formar parte de la lista Forbes: 30 Under 30 que reconoce a jóvenes menores de 30 años que han logrado un impacto global.
¿Dejando de lado ganancias económicas, industrias poderosas como las de hidrocarburos podrán aceptar el cambio de combustibles por biodiesel y estimular un impacto positivo en el ambiente?
Información clave de nuestra historia:
- La transesterificación (proceso de intercambiar el grupo alcoxi de un alcohol) de los aceites vegetales fue desarrollada en 1853 por el científico Patrick Duffy, muchos años antes de que el primer motor diésel funcionase.
Para saber más acerca de Solben, estar al tanto de todas sus novedades o ponerte en contacto con los emprendedores detrás de tan interesante historia, puedes hacerlo entrando a su página web: http://www.solben.org.mx/es/.
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Solben, emprender con biodiesel: A Daniel Gómez Iñiguez cuando alguien le dice que algo e… http://t.co/gIgJ8EK4dW #HistoriasxEmprender