Un popular proverbio dice “dale a un hombre un pescado y tendrá comida por un día, enséñalo a pescar y tendrá comida para toda la vida”. Nik Kafka cree fielmente en esta premisa y es por esto que en 2006 sacó adelante un proyecto que le enseña a las personas de bajos recursos que trabajan el campo a convertirse en emprendedores rurales.
Teach a Man to Fish o en español LLeva a un hombre a pescar, nació en el año 2006 gracias a Nik Kafka, un londinense que decidió dejar su exitosa carrera bancaria en Londres para ser parte de una institución de micro finanzas en… Paraguay.
Nik se fue de su país a vivir su aventura. En Paraguay Kafka descubrió una escuela innovadora que no sólo enseñaba a los pobres cómo llegar a ser empresarios rurales, sino también cómo volverlos en auto-financiadores de sus empresas.
La experiencia fue sumamente positiva y esto lo llevo a decidir llevar a cabo su propio emprendimiento. Nik volvió a Reino Unido para crear la organización Teach a Man to Fish.
Nik entendió que el problema no se soluciona con solo querer eliminar la pobreza, la respuesta está en ¿qué hacer para acabar con ella? Poner dinero en los bolsillos de campesinos de bajos recursos, darles la base, es lo que Nik considera la vía para lograrlo, es por esto que la escuela de Teach a Man to Fish nació.
La primera escuela, o escuela modelo se fundó en Paraguay. Gracias a la ayuda y entrega de la Fundación Paraguaya, una ONG inspirada en resolver problemas de pobreza y desempleo, la escuela Paraguay, pudo potenciarse.
Esta escuela, así como todas bajo el modelo Teach a Man to Fish no contó con apoyo estatal, aun así logró graduar tras dos meses de estudios intensivos a diversidad de alumnos agricultores de bajos recursos, y gracias a la educación de calidad y capacitación obtenida, pudieron conseguir buenos empleos, algunos de estos en las empresas de agricultura más importantes de Paraguay y otros resultaron dueños de sus propios y exitosos negocios.
Teach a Man to Fish ayuda a niños de familias con escasos recursos a lo largo de África, Asia y Suramérica para que reciban la educación de calidad que merecen.
La estrategia que se ideó Nik fue la de trabajar con colegios para crear nuevas fuentes de ingresos, para que así los niños con menos recursos puedan asistir gratuitamente.
Para el momento más de diez mil jóvenes agricultores se han visto beneficiados con la capacitación que estas escuelas ofrecen, como es el caso de Jorge Guerrero de Paraguay, un joven paraguayo, el número diez de dieciocho hermanos.
Jorge creó un jardín con vegetales orgánicos, donde una parte de la producción va a su casa y la otra parte se vende para generar ingresos para más materia, puestos de trabajo y crecimiento.
Como él hay miles de casos exitosos.
Nik Kafka continúa trabajando arduamente por lograr enseñar a los más necesitados a ganar dinero, no dar alimento o bebida un día, si no proporcionar el conocimiento ideal para que cada emprendedor sea autosuficiente y logre el éxito, para crear los líderes del mañana.
Iniciativas como Teach a Man to Fish que brindan las herramientas necesarias para emprender ¿podrán permitir que las comunidades participen cada vez más y logren crear un mercado donde se exalten los productos locales de cada región?
Información clave de nuestra historia:
- Según la Organización para la Agricultura y la Alimentación de Naciones Unidas (FAO) cinco de las ciudades latinoamericanas que destacaron por su agricultura urbana en 2014 fueron: La Habana, Ciudad de México, Antigua y Barbuda, Tegucigalpa y Quito.
Para saber más acerca de Teach a Man to Fish, estar al tanto de todas sus novedades o ponerte en contacto con los emprendedores detrás de tan interesante historia, puedes hacerlo entrando a su página web: http://www.teachamantofish.org.uk/.
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