El hotel Bellora, en Gotemburgo, Suecia, ha lanzado la primera habitación de hotel del mundo; en la que el precio a pagar depende de la cantidad de tiempo que el huésped pase conectado a Internet. Así, cuánto menos tiempo pase el cliente curioseando sus redes sociales más económica será su estancia. Así nació, The Check Out Suite.
The Check Out Suite, un intento por apoyar la salud digital
En colaboración con la compañía de seguros sueca Länsförsäkringar, el hotel Bellora está intentando promover en sus huéspedes un uso racional de su tiempo, recompensando a aquéllos que pasen menos tiempo revisando sus perfiles en las redes sociales. Una manera de recompensar a quienes prefieren pasar más tiempo con su familia que en el mundo online.
Para lograrlo, la habitación cuenta con The Skärmfri, una lámpara inteligente diseñada por un estudio sueco, que es capaz de medir la cantidad de tiempo que alguien pasa en las redes sociales. Através del wifi la lámpara detecta cuando alguien está en Facebook, Twitter, Instagram, SnapChat o YouTube. A medida que este tiempo se va incrementando la lámpara cambia gradualmente de color, pasando de blanco hasta el rojo.
¿Cómo se determina el precio de la habitación?
El precio de la habitación se marcará posteriormente en función del tiempo estimado por la lámpara. Si los clientes no invierten tiempo alguno en las redes sociales, el uso de la habitación no tendrá ningún costo, mientras que si navegan el valor irá incrementándose en 1,91 euros por cada minuto online.
Una vez transcurridos los 30 minutos permitidos para dos personas, la lámpara se pondrá roja, lo que indica que tendrá que abonarse el precio completo de la habitación. De esa forma, el precio de la habitación lo decide el cliente. O, mejor dicho, su autocontrol ante twitter, Instagram, etc.
Para la Gerente General de The Check Out Suite, Mariana Valderrama Gaete, el objetivo es animar a las personas a socializar unos con otros cuando están en sus instalaciones, evitando con ello, la adicción digital. Lo que actualmente, podría ser considerado un reto al comportamiento moderno.
Para cualquier persona que simplemente necesite algo de tiempo para desconectarse, esta habitación puede sentirse como el escape perfecto; que además del necesario descanso digital le permitirá disfrutar de las hermosas instalaciones del hotel, su exquisito restaurante italiano y, por supuesto, contar con tiempo disponible para conocer la cultura de Gotemburgo, visitar su Museo de Arte y pasear por uno de los jardines botánicos más grandes de Europa.
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