Antonia Dunbar, Miki y Radha Agrawal, viajaron a la India para la boda de uno de los primos de Miki y Radha. Las tres jóvenes, sentadas en las cercanías del río Ganges, hablaban de sus deseo de hacer un trabajo que impactara a muchos.
Miki mencionó una idea que se le ocurrió a su hermana Radha durante un accidente embarazoso mientras nadaba hace unos años. A Radha le había venido la menstruación y se había manchado su traje de baño; justo después de superar el mal rato y lavar su prenda, la joven se preguntó, ¿existirá una tela que no permita que las manchas permeen mas allá de ella? Y si es así, ¿por qué no estaba la ropa interior de las mujeres?
Las jóvenes coincidieron en que a todas les gustaría comprar ropa interior que les ayudara a eliminar la ansiedad de vestirse “esos días rojos” por los temores de una fuga inesperada. Pero, fue la historia de Amahlen, una compañera de clases de Miki en África, la que motivó a las jóvenes a emprender. Cada vez que Amahlen entraba en la semana de su período se ausentaba a clases, por ser su "semana de la vergüenza". Más allá de una molestia o una mancha ocasional, Amahlen, como otras 67 millones de mujeres, no contaba con los ingresos suficientes para poder pagar el costo de las toallas desechables, y cuando los tenía, no las conseguía. ¿Cómo iban a llegar a la tienda cuando ésta se encuentra a kilómetros de distancia a pie?
Las tres jóvenes emprendedoras decidieron hacer algo para mejorar la calidad de vida de las mujeres, y comenzaron su campaña en la plataforma de financiación colectiva de Kickstarter para financiar la idea de crear un producto diferente: las Thinx, pantys diseñadas con tela de alta tecnología, absorbentes, resistentes, anti-microbianas y antihumedad, que no permiten la fuga de líquidos.
Cuando la campaña en Kickstarter terminó, habían recaudado el 130% de su meta, recibiendo mensajes de personas de todo el mundo que querían ThinX para ellas. Las jóvenes se comprometieron con una causa, por cada ThinX vendido en el mundo, se donarían 7 paños de tela lavables realizados por Afripads. Con este proyecto, estas emprendedoras resolvieron dos problemas: uno, para 2 mil millones de mujeres del planeta como ellas, y otro, para las niñas en los países en desarrollo que no tienen nada que usar durante esa época del mes y terminan abandonando la escuela.
¿Mercadear un producto junto a una causa es una estrategia ganadora?
Conoce más sobre este proyecto en su página web, www.shethinx.com.
Información clave de nuestra historia:
- Toms Shoes es una marca de zapatos que ofrece por cada par de zapatos comprados, un par a un niño necesitad.
- Tickcode es una plataforma ecommerce española que permite a los usuarios comprar a través de su página y aprovechar el descuento para destinarlo a una ONG.
- Cuando una campaña de marketing se presenta honestamente de la mano con una causa social, el éxito es mucho mayor. No sólo mejora la afiliación con clientes, si no que gracias a su autenticidad, genera publicidad de boca en boca. Este tipo de marketing se mueve de manera continua; existen las empresas que nacen para obras de beneficiencia, y otras que se apasionan con la causa que representan.
Gatorade es uno de los mejores ejemplos. Esta marca predica la causa de la recuperación de la energía de atletas; mucho más que vender un producto, están vendiendo una causa, algo a lo que el mercado es mucho más receptivo. El beneficio técnico de Gatorade es sencillo: reemplaza la sal, los líquidos y minerales que el cuerpo pierde durante el ejercicio, evitando la deshidratación. (http://blogsdelagente.com/producto/2008/09/02/marketing-vender-producto-hay-vender-causa/)