Karl de 25 años es un estadounidense que no tiene manos ni pies que se está preparando para escalar el Kilimanjaro sin ni siquiera valerse de la ayuda de prótesis. Kyle Maynard, de 25 años, sufre lo que se llama amputación congénita, es decir, nació con extremidades muy cortas, tanto que los brazos terminan en los codos, y las piernas en las rodillas.
Sin embargo, a pesar de su desventaja ha hecho carrera en el mundo de las artes marciales, la lucha libre, y además es conferenciante y escritor.
En enero venidero Maynard planea pasar 16 días escalando los 5.895 metros de altura del monte Kilimanjaro en Tanzania, considerado el punto más elevado de Africa. Si tiene éxito, será la primera persona en conseguirlo con una amputación cuádruple y sin recibir ayuda.
Pero con los brazos y las piernas cortos, Maynard prácticamente tendrá que arrastrarse hasta la cima de la montaña.
Con los años, el estadounidense ha improvisado distintos tipos de equipos; desde piezas de neumáticos de bicicleta en los extremos de sus brazos y piernas, mangas reforzadas en las camisas, cinta o relleno especial en la ropa.
Su reto en este caso es aumentar el agarre en la subida. Para lograr su objetivo Maynard ha pasado años escalando montañas en Colorado y Georgia, en los Estados Unidos.
En su expedición, Maynard estará acompañado de otras nueve personas, entre ellos un camarógrafo, un guía y tres veteranos de guerra que sufrieron traumas físicos y psicológicos durante diversos escenarios bélicos.
El grupo comenzó a recaudar fondos para la expedición a través de una página en internet: www.missionkilimanjaro.com. El fin de la misión es mostrar a las personas y veteranos con discapacidad en el mundo que ningún obstáculo es lo suficientemente grande, ya que se puede lograr si se tiene un cierto estilo de vida, una mente activa y sin fronteras, resume Maynard en su sitio en internet.
"El Kilimanjaro será la prueba más difícil que hemos enfrentado, y podemos lograrlo", dijo Maynard en una entrevista televisiva en los Estados Unidos. "Sólo quiero enviar un mensaje a la gente; levántense y hagan algo. En lugar de quejarnos de las cosas que nos pasaron, es mejor darse cuenta de que hay una vida por vivir", dijo.
(Fuente: LaCapital)