Tras diez años de investigación en robótica aplicada a la industria, el emprendedor mexicano Ernesto Rodríguez sacó adelante un proyecto ambicioso. Este proyecto busca aportar una gran opción a la medicina. Se trata de fabricar exoesqueletos modulares que pueden separarse en varias partes; lo llamó WeaRobot.
El traje de Ironman
Ernesto Rodríguez es la mente detrás de WeaRobot. Esta empresa nació en Monterrey, Nuevo León, un estado del norte de México. Y busca resolver el problema de pérdida de movilidad en adultos mayores o personas con discapacidad física. Todo esto a través de sus uniformes, tal cual Ironman.
Su fascinación por las máquinas la heredó de su abuelo, mecánico, y de su padre,quien es ingeniero mecánico. Los veía constantemente desarmar motores de coches y cosas relacionadas.
Inspiración de un padre
Ernesto se unió a un equipo de estudiantes de posgrado; y crearon un traje electromecánico que le ayuda a controlar sus extremidades. El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) le brindó capital semilla para empezar a producir el artefacto durante el año 2015.
Comenzaron hace 3 años, cuando su padre empezó a perder
la movilidad. No podía caminar ni levantar sus manos; tuvo dos grandes operaciones y más de 3mil horas de terapias de rehabilitación. Gastó alrededor de 17mil dólares, pero su condición nunca mejoró. Y esta historia puede ser muy familiar porque su padre sólo es una de las 67.7 millones de personas, en América, que están perdiendo su movilidad. El equipo de WeaRobot quiere ayudarles.
¿Qué hace WeaRobot?
Lo principal es usar la tecnología con señales cerebrales y musculares para determinar el instante en el que las articulaciones del cuerpo requieren de fuerza para moverse. Es muy parecido a cómo funciona la armadura de Tony Stark para ser Ironman.
Pero lo que hace muy especial a WeaRobot es que tiene un diseño modular que puede separarse en varias partes. Entonces, esto permite que más personas de diferentes estratos sociales tengan acceso a ella; ya que pueden adquirir la parte que necesitan de la armadura, sin incurrir en altos costos.
En la actualidad, este exoesqueleto podría mejorar la vida de algunos de los 600 millones de adultos mayores con problemas de movilidad que existen en el mundo.
Además de su traje exoesqueleto, la empresa tiene dos productos para rehabilitación (uno para lesiones leves y otro para padecimientos graves); y una línea de entretenimiento en la que se utilizan los exoesqueletos como parte de un videojuego.
Rodríguez y su equipo buscan "gamificar" la rehabilitación por medio de realidad virtual. La idea es hacerlo a través de juegos en los que se requiere que el paciente mueva cierta parte del cuerpo. En Monterrey, ya funciona un prototipo para rehabilitar brazos, en el Hospital Zambrano Hellion.
