Molesta por la negativa de su padre; de permitirle consumir caramelos, gomitas y chupetas, para evitar que éstas le dañaran los dientes; Alina Morse, de 6 años de edad decidió crear un caramelo sin azúcar. Uno que tuviera un buen sabor y que, además, fuera bueno para los dientes. Gracias a su constancia y contando con el apoyo de su padre dio vida a Zollipops.
Zollipops. Caramelos para dientes sanos
En el año 2012, cuando Alina tenía 7 años, acompañó a su padre al banco y uno de los trabajadores del lugar le ofreció una chupeta; pero su padre impidió que se la comiera explicándole que ésta podría dañarle los dientes. Insatisfecha y frustrada con la explicación comenzó a investigar en Youtube cómo podría fabricar dulces que no dañaran la dentadura.
Notando lo decidida que estaba la niña, su padre pensó que lo mejor era buscar ayuda de expertos que los asesoraran y le explicó que para eso necesitarían dinero. Sin dudarlo, Alina le entregó los ahorros que había acumulado de su mesada para la escuela, de regalos de cumpleaños, navidad, etc.; y él hizo un aporte duplicando el capital inicial.
Con dinero suficiente para costear los primeros prototipos, consultaron a un dentista y a un científico de alimentos que los animaron a probar con edulcorantes naturales como el Xilitol y el Eritritol, que, según diversos estudios, reducen la placa y, además, pueden ser consumidos por personas con diabetes.
El logro
Habiendo elegido los ingredientes base para los dulces, se dirigieron a diferentes laboratorios y plantas de fabricación. Y luego de 2 años de investigaciones y experimentos; lograron crear unas paletas de dulce que aportaban diversos beneficios para la salud dental; como la prevención de caries y de placa, la reducción de la acidez de la saliva, la prevención del crecimiento de bacterias productoras de ácido y la reducción de la inflamación gingival. Crearon entonces la empresa “Zollipops” y enfocaron la estrategia de ventas a través de Amazon y de grandes supermercados.
El producto fue un total éxito. Sólo en el primer año, se vendieron más de 70 mil unidades; y las ventas se duplicaron cada año durante cuatro años consecutivos.
A medida que las ventas de Zollipops aumentaban, se añadían nuevos productos al catálogo y Alina se sentía mucho más comprometida con el propósito que la llevó a iniciar su empresa, por lo que en el 2015 decidió comenzar a donar el 10% de sus ganancias para financiar clases de salud bucal en escuelas públicas a través de su organización sin fines de lucro: “One Million Smiles” (Un Millón de Sonrisas).
¿Qué impulsó a Alina a “pensar fuera de la caja”?
POR CIERTO
Con tan solo 13 años de edad, Alina se convirtió en una de las empresarias millonarias más jóvenes de su país. Actualmente, próxima a cumplir los 17 años se desempeña como CEO de su empresa, la cual ya vende en más de 25 mil tiendas por todo Estados Unidos y en países como China, Corea, Francia y el Reino Unido.
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