Cuando caminamos por algunas zonas de una ciudad nos topamos con carritos de comida rápida, perros calientes, hamburguesas, entre otros. Incluso son tan populares que les dedican cuadras enteras para que las personas se deleiten con sus comidas, pero… no siempre cuentan con las cualidades sanitarias necesarias, ni con la seguridad apropiada para que estos negocios informales puedan crecer. En Ecuador el gobierno decidió ayudar a un grupo de trabajadores a mejorar su situación.
Aura Esperanza Criollo comenzó hace casi seis años a trabajar en Loja, Ecuador, cocinando y vendiendo pinchos, carne, chorizos fritos y plátanos. No tenían un lugar específico para hacerlo, se ubicaba en las principales esquinas, usando carretitas ambulantes para tratar de ayudar económicamente a su esposo, dar estudios a sus hijos, pagar el condominio y principalmente vivir tranquilamente.
Como ella había muchos trabajadores informales en la misma situación.
El gobierno municipal decidió trabajar en esto, con el apoyo de las Naciones Unidas, quienes hicieron una importante contribución para mejorar la situación de estos trabajadores y crear una real oportunidad de negocio.
Durante varios años hicieron un estudio de los trabajadores informales y pronto tuvieron listo el proyecto Al Pasito Sabrosito, más allá de una marca es una oportunidad para cambiar la vida de muchos trabajadores.
Esta franquicia social desde sus inicios buscó reubicar a los trabajadores de las esquinas y mejorar los servicios, para poder así generar mayor rentabilidad a los negocios en sitios regulados e higiénicamente acreditados.
Aura fue parte de un grupo de treinta personas a las cuales se les entregaron treinta carros, una para cada uno, muchos de estos padres y madres de familia, para que comenzaran a sacar adelante su negocio.
El siguiente paso que contenía el proyecto Municipal Al Pasito Sabrosito fue capacitar a cada emprendedor
Herramientas indispensables para que el negocio prospere, todo esto en un excelente ambiente, con las condiciones sanitarias adecuadas.
En 2015 el proyecto está en su segunda etapa, pasaron de la capacitación y venta de los productos durante dos años a la asociación y ahora los trabajadores están en la obligación de ubicarse en un negocio formal, que implica tener un local con la misma franquicia, el mismo slogan y las mismas características.
Iniciativas como la franquicia social Al Pasito Sabrosito, que nacen de una ayuda del Gobierno Municipal ¿logrará inspirar a otros gobernantes para que impulsen a los comerciantes informales a crecer en un negocio en lugar de prohibirles que trabajen en determinadas zonas?
Información clave de nuestra historia:
- Aunque en la antigua Roma se servía en puestos callejeros panes planos con olivas, y en el Medio Oriente el faláfel. Fue en 1912, en Nueva York, cuando se abre el primer automat, un local que ofrecía comida detrás de una ventana de vidrio y una ranura para pagar.
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(Información extraída de: http://www.cronica.com.ec/index.php/entretenimiento/item/6957-al-pasito-sabrosito-oportunidad-de-superacion)
Al Pasito Sabrosito, de la informalidad al negocio seguro: Cuando caminamos por algunas z… http://t.co/1Ba1G2z8t1 #HistoriasxEmprender