Estamos acostumbrados a ver cómo en Asia presentan un robot cada mes. Hay robots que pueden cumplir prácticamente cualquier función. En Perú, un grupo de estudiantes decidió cambiar un poco la dinámica. Están desarrollando a JARI, un robot que es una herramienta para niños con asperger.
Danna Arias, Marlene Bustamante y Diego Quiroz -estudiantes de la Pontificia Universidad Católica del Perú- fueron guiados por la profesora Ericka Madrid en la creación de este robot. Este robot no sólo busca innovar; también busca ayudar a la sociedad a desterrar cualquier tipo de estigma que exista referente al Asperger.
El nacimiento de JARI
El crecimiento de este invento no fue de la noche a la mañana. JARI es el resultado de la minuciosa labor de más de un año. Los jóvenes creadores de JARI, especialistas en ingeniería mecatrónica, tuvieron la ayuda de expertos en psicología. Estos también aportaron con el diseño del robot.
Los emprendedores decidieron llamarlo JARI. Proviene del acrónimo Joint Attention Through Robotic (Atención Conjunta a través de la Interacción). JARI cuenta con un diseño apropiado para el gusto de los niños, y los materiales empleados para su construcción son agradables al tacto.
La estructura de JARI fue desarrollada, en su totalidad, empleando impresión 3D. Además, contiene elementos de diferentes texturas, como felpa y silicona, debido a los requerimientos sensoriales de los niños de condición espectro autista (CEA).
Cuenta con todos los componentes necesarios para que se deslice y mueva la cabeza. Además de esto, cuenta con motores de tacto, sonido, color, distancia. Toda la información es empleada por JARI, que recibe estímulos provenientes del niño de CEA.
No podían faltar luces y pantallas que permitan a los niños identificar emociones básicas. JARI se puede cargar por medio de una conexión USB, como si fuese un celular.
Un juguete innovador
La ley motiv de JARI es el público infantil y precisamente por esto el innovador robot tiene una apariencia de juguete. El trabajo del mismo es transmitir a partir de emociones (alegría, tristeza, asombros, enojo, etc.) despertar la atención de los niños para motivarlos y mejorar su capacidad de observación, así como su empatía.
En sí, es un mediador social que trabaja el tema de atención conjunta en niños de CEA reforzando la interacción niño -padre y niño- terapeuta. El robot permite que los padres puedan reforzar dichas actividades en casa y que el terapeuta realice un mejor seguimiento a las intervenciones realizadas.
Con su uso, los creadores buscan que las personas comprendan la condición Asperger, y sensibilizarlos con el fin de que comprendan la manera cómo estos niños ven el mundo.