La inseguridad es el común denominador en muchos países del mundo. Ante esto, muchos han querido buscar una forma de superarla. En este grupo se incluye Juan David Hernández Rojas, un niño de tan solo 11 años. Él es el creador, nada más y nada menos, que de una mochila antibalas.
A sus 11 años de edad, Juan David llevaba tiempo sintiéndose preocupado por la situación en Tamaulipas, México. Después de haber presenciado un tiroteo, muy cerca de donde estudia, el joven decidió hacer algo para prepararse ante este tipo de situaciones.
El emprendimiento
Tuvo la idea de generar un proyecto que podría ser una salvación. Este permitiría a los estudiantes protegerse en caso de un enfrentamiento en los alrededores. La idea fue innovadora y muy avanzada para un niño de su edad: una mochila contra las balaceras, la inseguridad y la desaparición.
Su idea llamó de inmediato la atención. Su creación podría salvar la vida de muchos niños de Matamoros, quienes han desaparecido víctimas de la violencia.
¿Qué creó en sí Juan David?
Es una mochila hecha con un chaleco a prueba de balas. Cuenta con una alarma auditiva, una lámpara de mano, un cargador en caso de emergencias, un impermeable desechable y un rastreador GPS que está enlazado al teléfono de sus padres.
Precisamente, su papá (experto en electrónica) le ha brindado el apoyo necesario para que la mochila sea una realidad. Brillante ¿no?
¿Cómo debe ser usada esta mochila?
Lo primero que debes hacer es coger la mochila en dirección al peligro. Te cubres la cabeza, te agachas, te tiras al piso (como lo indica protección civil) y la colocas de frente a ti. Así evitas que alguna bala perdida te pueda llegar a impactar.
La mochila, además, cuenta con una alarma. Así, en caso de presentarse un robo, se puede advertir al público lo que está ocurriendo, para que puedan ayudar, o también hacer que el agresor se aleje.
Este maravilloso invento tampoco tiene mucho peso. Juan David averiguó que los niños pueden cargar 10% de su peso, y usó esto de referencia a la hora de construirla. De igual forma, cuenta con unas rueditas para mayor comodidad.
El sueño de Juan David es que más nunca haya balaceras ni violencia. Piensa que así, no es necesario idear productos para salvar vidas. Pero ya que eso es un proceso largo y complejo, su aporte es este, un producto que pueda proteger la vida de los niños y jóvenes, en su Tamaulipas y en general, en México.