El Doctor Joaquín Fernández Solá es médico internista del Hospital de Barcelona en España y autor de varios libros. Uno de ellos, habla sobre fatiga crónica y el otro sobre sensibilidad química. Fernández Solá es todo un especialista en el tema de nuevas enfermedades y en esta ocasión nos habló sobre la Electro-sensibilidad.
El Dr. Fernández Solá llegó a conocer de esta dolencia a través de los pacientes y ésta ha tomado auge en los últimos 10 años. Los pacientes, refieren una serie de síntomas de origen neurológico como dolores de cabeza, aturdimiento, desconcentración y sensación de desconexión con el ambiente. Estas, se presentan cuando están expuestos a ondas eléctricas o magnéticas y pueden ser ocasionadas por las pantallas de las computadoras, uso prolongado de celulares, aparatos de wi-fi o microondas.
Es de hacer notar que no todo el mundo padece estos síntomas, simplemente, hay personas más sensibles que otras cuando se encuentran cerca de fuentes de emisión de ondas electromagnéticas que si bien no son elevadas en su concentración, les causan malestar y por ello, deben evitar su exposición a las mismas. Estos pacientes están siendo llamados electrosensibles y pueden sufrir de otras enfermedades como dolor crónico, o fatiga crónica y esto es una dolencia más que se les añade. En algunos casos, los pacientes han tenido que prescindir del uso de estos dispositivos o apagarlos especialmente de noche, pues les causan insomnio o migraña.
Tratamiento específico no existe y la única medida aceptada hasta los momentos es evitar o tratar de minimizar la exposición a las ondas. Es un efecto sobre los receptores sensoriales del sistema nervioso, el cual responde de una manera anormal, ampliando la sensibilidad. A veces es muy difícil controlar este problema, pues hoy en día las ondas electromagnéticas son emitidas por muchos dispositivos.
En este momento, la electrosensibildad no está reconocida como enfermedad ni a nivel médico ni a nivel laboral. Esto es un problema porque nunca es fácil para que una nueva entidad sea reconocida como una enfermedad. La única vía es que cada país promueva protocolos de posicionamiento y estudio de esta enfermedad.
Fernández Solá nos habló de la importancia de buscar un equilibrio para tratar de controlar las emisiones de las ondas que se desprenden de algunos dispositivos, especialmente en oficinas, aislándolas cuando sea posible. El progreso tecnológico tiene en sus manos reinventar y mejorar los aparatos para que se reduzca en lo posible la emisión de ondas. Por otra parte, aquellas personas electrosensibles tendrán que reducir a su vez la exposición utilizando equipos que no emitan ondas como las conexiones por cable en lugar de los wi-fi, teléfonos no inalámbricos y reducir el tiempo de exposición a pantallas de los computadores y televisores.