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Talenti Gelato, cuando el mercado decide por el emprendedor

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Cortesia de: https://www.bu.edu/bostonia/2018/talenti-gelato/

Josh Hochschuler es un norteamericano que se traslada a Buenos Aires, Argentina, a mediados de 1996. Allí, pasa 5 años trabajando en un banco, aprendiendo español, viajando por América Latina y descubre su vocación emprendedora. Lo que lo llevaría, más tarde a fundar Talenti Gelato.

¿Cómo nació Talenti Gelato?

Cinco años después de vivir en Argentina, Josh regresa a Estados Unidos para establecerse en Dallas; sintiendo nostalgia por lo que lo había fascinado de Argentina: su gente, su comida, el fútbol, su arquitectura y su delicioso gelato.

Viendo las oportunidades que la ciudad de Dallas ofrecía para emprender y habiendo ahorrado algo de dinero mientras vivió en Argentina; decide entonces iniciar un negocio en el que pudiera incluir su encanto por lo argentino. Así, nace la idea de abrir una cadena de tiendas gelato. Postre que lo había fascinado por su sabor, textura y consistencia y, además, por la oportunidad que las gelaterías ofrecían a los ciudadanos de reunirse y compartir momentos gratos.

Consciente de que carecía de experiencia en la elaboración y expendio de alimentos; decidió regresar a Buenos Aires y visitar su gelatería preferida. Para entonces, el propietario estaba transfiriendo el negocio familiar a su hijo y no tuvo inconvenientes en enseñarle a Hochschuler, durante dos meses todo el manejo del negocio y en asociarse con él en la nueva empresa estadounidense.

De Argentina a Dallas

A su regreso a Estados Unidos contactó a 108 inversores potenciales, de los cuales sólo 19 le respondieron afirmativamente. Sin embargo, confiando en su producto y su idea; en 2003 abrió la primera heladería Talenti. El nombre, es en honor al inventor del gelato: Bernardo Buontalenti.

La heladería combinaba los sabores clásicos argentinos, italianos y estadounidenses. Además, tomaba ideas de postres elaborados por reconocidos chefs para traducirlos y convertirlos en gelato.

El producto resultó todo un éxito mas no así la heladería. Las personas acudían a ella para comprar grandes cantidades y consumirlas en casa, en lugar de disfrutarlas en el propio local. Entonces, en el 2007, Josh adquirió un local de 2500 pies cuadrados y se encargó de elaborar el gelato para venderlo a las principales cadenas de supermercado. Así, logró ventas por 1,7 millones de dólares.

La empresa continuó creciendo hasta llegar a contar con más de 200 empleados. Posteriormente, como la demanda superaba a la oferta, Josh acordó unirse a Unilever y dirigir la empresa hasta 2016; cuidando mantener la calidad del producto e innovando en la creación de procesos artesanales únicos. Para el momento, el negocio pasó de una pequeña heladería a una empresa que genera ventas anuales por más de 250 millones de dólares.

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